4 años. Día del Libro.
¡¡Buenos días!!
Hoy es un día muy especial
EL DÍA DEL LIBRO
Mi primer mensaje hoy es para todos los papás y las mamás, ya que sois el espejo en el que vuestros hijos se miran. Estáis formando a hombres y mujeres del futuro y podéis estar seguros, de que se educa más con lo que hacemos, que con lo que decimos. Parémonos a pensar por un momento qué clase de personas queremos que sean nuestros hijos el día de mañana:
Educados, respetuosos, dialogantes, generosos, reflexivos, trabajadores...
Desde lo que decimos, a la forma en que lo decimos, cómo hablamos CON los demás, cómo hablamos DE los demás en presencia de los niños, qué vemos en la TV delante de ellos.... absolutamente TODO educa (o maleduca)
Tenemos a veces la falsa creencia de que los niños, por ser pequeños, "no se enteran" y nada más lejos de la realidad.
Se me parte el alma cuando alguno me dice "Seño, el otro día en la que se avecina...." o "Seño, el otro día en el sálvame...."
Hoy en día hay que ser extremadamente cautelosos con lo que ponemos en TV en presencia de los pequeños, pues, desgraciadamente abundan los programas que hacen muchísimo daño en la educación de los niños, programas en los que se grita, se insulta, no se escucha, tienen una absoluta falta de valores, un vocabulario inadecuado, se engrandece a personas sin ningún tipo de educación, estudios ni preparación, etc, esto hace mucho daño a la formación de los pequeños que aún no tienen claro muchas veces lo que está bien o está mal, lo que es válido o no lo es, qué clase de sociedad queremos, lo que se espera de ellos...
Deben vivir en un ambiente de respeto, que les transmita valores positivos, donde se promueva el respeto, el diálogo, donde se les anime a esforzarse para conseguir aquello que deseen.
Volviendo a la lectura: Si queremos que nuestros hijos lean, tienen que vernos leer.
Hagamos una pequeña reflexión de nuestro día a día. Qué hacemos delante de nuestros hijos. Qué ejemplo les estamos dando.
La educación es el trabajo más difícil y apasionante de todos, pero el que nos dará mayores satisfacciones. Hagamos autocrítica asiduamente, nuestros hijos y la sociedad, nos lo agradecerán.
A continuación, escribe el título del cuento que más te guste y haz un dibujo sobre él.
Y para los más valientes, os propongo el siguiente juego:
Deberás tirar el dado 3 veces.
La primera será para ver el personaje que te toca (por ejemplo, si te sale un 3, tu personaje será un fantasma.
La segunda tirada será para ver en qué lugar se desarrollará tu cuento (por ejemplo, si te sale un 6, te toca una casita en el árbol)
La tercera tirada será para para ver qué objeto debe aparecer en tu cuento (aunque pueden aparecer muchos más) Por ejemplo, si te sale un 4, te tocaría la carroza de Cenicienta.
Con lo que nos haya salido tendrán que inventarse un cuento. Como a mí me ha salido el fantasma, la casita en el árbol y la carroza de Cenicienta, podría inventarme algo así...
"Érase una vez una chica llamada Cenicienta que ya estaba cansada de tener que estar siempre limpiando la casa porque era muy aburrido, así que decidió construirse una casita en un árbol, donde guardaba montones de libros divertidísimos que le encantaba leer en sus ratos libres.
Un día se le apareció un simpático fantasma que le dijo que venía de un Castillo del otro lado del bosque donde vivía un príncipe que ya estaba cansado de organizar aburridos bailes donde todo el mundo se ponía zapatos que le hacían daño en los pies y hablaba de cosas aburridas. A él lo que de verdad le gustaba era viajar, conocer personas interesantes, trabajar con sus vecinos y leer libros de aventuras.
- ¡Uy! (dijo Cenicienta), ¡pues si le gusta lo mismo que a mí, iré en la carroza que me he fabricado a recogerlo y le enseñaré la maravillosa biblioteca que he construido en mi casita del árbol!
Y así lo hizo
El príncipe quedó maravillado cuando conoció a Cenicienta, tan simpática, tan divertida, le contaba cosas muy graciosas que había aprendido con sus libros y lo dejó con la boca abierta cuando le enseñó la carroza que ella misma había construido, con motor eléctrico ¡para no contaminar!
Fueron pasando los días y los dos se dieron cuenta de lo bien que se lo pasaban juntos, volvieron al Castillo del príncipe, ayudaban a sus vecinos a todo aquello que necesitaban: cultivar los huertos, plantar árboles...y pasaban las tardes leyendo libros hasta que se ponía el sol en una nueva casita en un árbol que Cenicienta había construido ¡formaban un buen equipo! así que decidieron casarse, ayudarse y respetarse para siempre y fueron muy felices y ¡comieron perdices!
El cuento puede ser muy cortito, lo importante es que desarrollen su creatividad y aprendan a expresarse. Aquellos valientes que se atrevan, que le manden un vídeo a la seño y, si quieren, la semana que viene lo veremos en el cole.
Muchos besitos y ¡Buen fin de semana!
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